Retail

La caída del retail: tras el boom histórico, la industria define sus estrategias para un austero 2023

El tercer trimestre ya refleja la anunciada contracción del comercio. Actores del rubro alertan sobre menores inversiones y eventuales nuevos despidos.

Por: Martín Baeza y José Troncoso | Publicado: Lunes 14 de noviembre de 2022 a las 04:00 hrs.
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Tras sus históricos resultados el año pasado, gracias a los retiros parciales de los fondos de pensiones y los bonos del Gobierno, la caída en las ventas del comercio al detalle (también conocido como retail) en lo que va de 2022 dejó de ser un augurio para convertirse en un dato. Ante el menor poder adquisitivo de los hogares y los altos niveles de inflación, el consumo se contrajo con fuerza.

En septiembre, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) informó que las ventas presenciales cayeron por tercer mes consecutivo, con una disminución de 23,9%. En la industria se habla transversalmente de una situación particularmente compleja para la venta de productos electrónicos, vestuario y calzado, mientras que los bienes esenciales podrían mantenerse más estables.

El trimestre “evidenció los impactos del complejo escenario global y local, además de la desaceleración económica”.
Gaston bottazzini, gerente general de Falabella

Chile fue “el país más desafiado en este período, debido a un 2021 excepcional (...) y al impacto de la inflación en el consumo discrecional”.
Matías Videla, gerente general de Cencosud

Al analizar sus resultados del tercer trimestre, el gerente general de Cencosud, Matías Videla, planteó esa diferencia, señalando que el desempeño de supermercados y centros comerciales le permitió a la empresa replicar los ingresos del año pasado y continuar con márgenes Ebitda de doble dígito en Chile. “Todo esto, a pesar de haber sido el país más desafiado en este período, debido a un 2021 excepcional que generó bases de comparación altas, y al impacto de la alta inflación en el consumo discrecional, realidad que afecta particularmente a nuestros negocios de mejoramiento del hogar y tiendas por departamento”, añadió.

El gerente general de Falabella, Gaston Bottazzini, también se refirió al complejo escenario que vive la industria en sus resultados a septiembre. “Tuvimos un trimestre que enfrentó una alta base comparativa, evidenció los impactos del complejo escenario global y local, además de la desaceleración económica en la región”, sostuvo.

La duda, ahora, es: ¿qué tan fuerte será la contracción? En su último Informe de Política Monetaria (IPoM) en septiembre, el Banco Central proyectó una caída del consumo de los hogares de un 5,7%.Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), también alude a la alta base de comparación de este año, ya que todavía se registran niveles por sobre 2019.“Ahora se empieza a volver a los niveles prepandemia, pero también junto a una desaceleración del consumo, así que probablemente será por debajo de lo que el sector venía previo al Covid”, afirma.

George Lever, gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), considera que la magnitud de la caída estará sujeta a cómo evolucionen la inflación y los ingresos laborales, pero descarta una catástrofe. “Es más complicado para las empresas pequeñas, que dependen del día a día”, advierte.

Desde el sector financiero, María Ignacia Flores, analista senior en Credicorp Capital, argumenta que con una base comparable menos desafiante, el comportamiento será “más bien plano (...) para 2023 esperamos cierta recuperación en términos de Ebitda”, detalla.

Inversión y empleo

Dado el escenario, Flores agrega que “probablemente las compañías se mantengan bastante cautas con respecto a sus inversiones”.

El director de una multitienda -bajo reserva- afirma que ya es un hecho que los planes de inversión en el gran comercio serán más conservadores y que las empresas deberán tomar medidas para reducir costos y hacer más eficientes sus operaciones.

Esto va en línea con el plan revelado por Falabella en sus últimos resultados que, entre otras acciones, incluye aumentar las integraciones operacionales entre sus empresas; optimizar la estrategia de productos gestionando de manera centralizada el abastecimiento; racionalizar la base de gastos fijos, y cerrar selectivamente tiendas por departamento.

“Las empresas empiezan a ver cómo reducir costos y las grandes, que tienen más espaldas, se han volcado más a la parte tecnológica, potenciando canales digitales”, indica Silva, de la CNC.

¿Significa esto despidos? “Claramente es algo que puede suceder. Si como empresa ves que los números no dan, empiezas a recortar dotación”, dice la analista.

“Nosotros tenemos un índice de adaptabilidad tecnológica (...) y aumentaron las empresas que tienen una mayor posibilidad de reemplazar personal por automatización (dentro de las grandes compañías)”, agrega.

Reacción de las empresas

Lever explica que, en el corto plazo, las empresas pueden sacrificar márgenes, “pero eso tiene una capacidad acotada (...) Estrategias de optimización de procesos, productividad y el despliegue logístico se vuelven mucho más relevantes”.

Fuentes de la industria cuentan que también se manejan acciones como cargar el inventario hacia productos de “toda temporada” y así no liquidarlos innecesariamente. ”Cuidar la caja será lo primordial”, complementa Flores, de Credicorp

El socio de Consultoría en Transformación de EY, Pablo Arnuncio, señala que las empresas deben entender qué atributos valoran los clientes, ya que si aspectos como la presentación o el empaquetado pierden relevancia, se pueden convertir en un ahorro de costos.

En tanto, Esteban Roumat, socio de Retail en Matrix Consulting, añade que, a pesar el año complicado, la industria no puede descuidar sus frentes a largo plazo: el negocio digital y la sostenibilidad.

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